Seguro que habéis visto este anuncio de Alfa Romeo y su nuevo coche Guiulietta, en él se ven imágenes de una bella mujer que acaricia el coche, un hombre que corre tras él y unos niños sentados en la zona trasera
del vehículo con el portón abierto. Durante todo el anuncio, una sensual voz de
mujer va enumerando verbos en primera persona: "Mírame, tócame,
incítame, provócame, sedúceme, contrólame, protégeme, grítame,
relájame". Después, remata: "Yo soy Giulietta. Si vas a hablar de mí, prúebame". Pues bien, hemos podido saber que la pasada semana, el Instituto Nacional de la Mujer, ha remitido una carta en protesta a la marca responsable del spot, ya que según esta asociación el anuncio es claramente ofensivo para la mujer. El Instituto de la Mujer cree que dos de esos verbos (grítame y contrólame) "suponen un comportamiento permisivo y asumible por parte de la mujer".
"Tal y como está planteado el anuncio, esos dos términos dan a entender
una normalización de la violencia de género, un mensaje de que es
normal gritar y controlar a una mujer", dice una portavoz del organismo
dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Seguro que habéis visto este anuncio de Alfa Romeo y su nuevo coche Guiulietta, en él se ven imágenes de una bella mujer que acaricia el coche, un hombre que corre tras él y unos niños sentados en la zona trasera
del vehículo con el portón abierto. Durante todo el anuncio, una sensual voz de
mujer va enumerando verbos en primera persona: "Mírame, tócame,
incítame, provócame, sedúceme, contrólame, protégeme, grítame,
relájame". Después, remata: "Yo soy Giulietta. Si vas a hablar de mí, prúebame". Pues bien, hemos podido saber que la pasada semana, el Instituto Nacional de la Mujer, ha remitido una carta en protesta a la marca responsable del spot, ya que según esta asociación el anuncio es claramente ofensivo para la mujer. El Instituto de la Mujer cree que dos de esos verbos (grítame y contrólame) "suponen un comportamiento permisivo y asumible por parte de la mujer".
"Tal y como está planteado el anuncio, esos dos términos dan a entender
una normalización de la violencia de género, un mensaje de que es
normal gritar y controlar a una mujer", dice una portavoz del organismo
dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
