Hoy en día mandamos naves a Marte, tenemos un ordenador en el bolsillo, con Internet y operativo las 24 horas del día, pero en cuanto a la tecnología de los disfraces no es que hayamos evolucionado mucho (me refiero a los que se vende e cualquier tienda especializada). Y si no que se lo digan a estos críos de una clase de preescolar. Ellos creían que iban a pasar un día de lo más divertido conociendo animales del zoo en su propia clase, pero cuando presenta al panda, no es precisamente lo que esperaban, las reacciones de toda la clase así lo hace saber. ¿Qué es lo que debieron pensar los pobres?... Pues muy claro, ¡eso no es un panda, es un monstruo, que se parece a un panda de felpa, sobre dos patas!