Hoy en día la mágia no es una cosa que esté de moda, los magos, salvo contadas excepciones no son precisamente las etrellas de programas de televisión ni llenan teatros como hace años. Y es que ahora se llevan más los espectaculos musicales o los conocidos monólogos (versión española de la stand-up comedy americana). Y es que eso de quitarse las cadenas tras una cortina o bajo el agua, lo de hacer desaparecer a su ayudante o quizás cortarla/e por la mitad, o incluiso atravesalos con espadas afiladas no sorprende ahora. Por eso hay que reinventarse continuamente, como estos dos magos que no utilizan un sombrero de copa ni una varita mágica, sino que utilizan el iPad de Apple.